Ermita de San Marcial de Irun. En1522 las tropas francesas y alemanas cruzaron el río Bidasoa con un afán conquistador. Sin embargo se toparon con los iruneses que valiéndose de la noche y la sorpresa lograron vencer sus tropas el 30 de Junio. Este hecho llevó al pueblo a alzar una ermita donde se libró la batalla, en el monte Aldabe, hoy más conocido como Monte San Marcial. Esta ermita se consagró al Santo en el día de la batalla. La promesa que se tomó quedó como legado para los iruneses, todos los años debían renovar el voto adquirido por sus predecesores. La formación de alardes era la única forma de milicia existente en el País Vasco. Se convocaban una vez al año, y su forma de organización era eminentemente municipal. Los propios hombres eran los que personalmente se alistaban bajo la bandera de su pueblo. Todos los municipios tenían en su haber cierto número de armas de fuego, pífanos, tambores y demás elementos para la guerra. Con este tipo de milicias permanentes llevó a cabo Guipúzcoa su defensa durante años. Como se ve, en un inicio, el sentido del alarde de Irún se limitaba al cumplimiento de la milicia foral. El hecho de que los iruneses desfilen cada 30 de Junio por las calles de Irún y que suban al monte se remonta a un voto hecho por sus antepasados.
Del libro de D. Juan Carlos Peñas Bernaldo de Quiros "El Carlismo, La República y la Guerra Civil (1936-1937)", Ed. Actas.
....En la bendición de las banderas con destino a los Tercios de Requetés como el de SAN MARCIAL, se busca la estimulación de los mozos de la localidad para su alistamiento en la Unidad. El ritual no difiere de los ya comentados, reuniendo el repertorio de autoridades carlistas, militares y civiles, en este caso de la Junta de Guerra de Guipúzcoa. El ritual de la bendición de la bandera comprendía la vela en armas por una guardia de honor del Requeté, el oficio divino, cantando las gestas del Ejercito Español a cargo del sacerdote oficiante . Tras la bendición, las banderas son sacadas del templo presentándoseles honores militares a cargo de una escuadra de Falange donostiarra mientras se canta el Oriamendi, tras lo cual se realiza un desfile de Requetés, Margaritas y Pelayos camino de los nuevos locales del Requeté de San Marcial en Irún, donde se entroniza el sagrado Corazón de Jesús. El acto finaliza con el rezo del Padrenuestro por los caídos y la colocación de los crucifijos a cargo de los jefes en los distintos departamentos de los cuarteles.
La reafirmación constante de estos actos es consustancial al catolicismo militante con un sentido de reparación nacional llevado hasta sus últimas consecuencias por el monarquismo tradicional.
Banda de Requetés del Tercio de San Marcial
Cruz Monumental que estaba en el Monte San Marcial de Irun.
Conjunto de Autoridades Civiles y Eclesiásticas junto con Requetés y Margaritas de Irun.
Orla de los Mártires y Cautivos en el Fuerte de Guadalupe