LOS DEFENSORES DE "VILALBA DELS ARCS"

 Artículo del Académico MARTÍN DE RIQUER, publicado en julio de 1939 en el Semanario DESTINO

EL TERCIO DE MONTSERRAT

Aniversario de Villalba.- El domingo pasado , en San Feliu de Llobregat, el Tercio de Requetés de Nuestra Señora de Montserrat, destinado ya en Cataluña, asistía a una Misa de Campaña. Yo, detrás de la formación, recordaba con honda nostalgia tantas otras Misas de Campaña  a las que asistí confundido en aquellas mismas apretadas filas, y hasta dos veces de gastador, "sin mover ni un solo músculo en la cara", a pesar de las moscas de los piojillos. Es ya muy pequeño el Tercio de Montserrat, pequeño por el número de los requetés que hoy lo integran -unos 500-, no por lo que ha luchado y vencido. habíamos llegado a ser cerca de 900, los días alegres de nuestro descanso en Riaza; después comenzaron las bajas, primero en el Ebro, últimamente en Extremadura. En total son unos 300 los requetés de Montserrat que han caído; otros muchos nos fuimos a cursillos - un 75% de la unidad tenía condiciones para ser Oficial- y de ella hemos salido unos ciento en diferentes Academias-; luego, últimamente han venido los Licenciamientos . No obstante el Tercio conserva su carácter inconfundible: la misma alegría, la misma cordialidad entre oficiales y requetés, y todavía quedan muchas boinas rojas que ya son casi blancas, desteñidas por el Sol de los parapetos de Aragón, de Guadalajara, de las marchas de Extremadura, de la Batalla del Ebro.....A fines de este mes hará un año de la primera batalla de Villalba. Fuimos de los primeros en llegar para detener el avance Rojo por tierras de Tarragona, y lo detuvimos, y los primeros también en reflejarnos en las aguas del Ebro. Allí cayeron los mejores; y no digo que fueran los mejores por el hecho de morir; los que cayeron - os lo confirmará cualquier requeté- eran ya los mejores en vida, y ni uno solo de nosotros los olvidará nunca. La más pura sangre de la flor de Cataluña se derramó en las viñas de Villalba, entre aquellos racimos de uva que apagaron tantas veces nuestra terrible sed de la batalla; 300 son los muertos del Montserrat, los heridos son incontables; sin duda todos los que en este tercio hemos formado hemos caídos heridos por lo menos una vez. No hay duda que el Ebro fue la acción más brillante del Montserrat, y concretamente las dos batallas de Villalba - 30 de julio y 19 de agosto de 1938-. La mejor en eficacia militar y en espíritu. Nunca, como en aquellos días  he oído las palabras "deber", "honor", "patria", pronunciadas con mayor seriedad y con el autentico sentido; y las frases como: "-¿Tienes miedo? -Yo solo tengo miedo a Dios", o "-¿Estás preparado? -Si; no tengo nada que temer".Os aseguro que eran dichas con un convencimiento firme y decidido. Y, a pesar de todo, el buen humor no se perdía por nada; se cantaba en las trincheras que casi rozaban al enemigo, respondiendo a sus morterazos o a sus ráfagas, y se hacia broma. Hubo casos chocantes, como el de un camillero, que causo justificado asombro en todos nosotros, porque en los días rudos no dejó de trabajar ni un solo segundo trasladando heridos a los puestos de socorro del pueblo, desarrollando una actividad equiparable a la de cuatro hombres que se relevaran y descansaran; este requeté hubo un momento, cuando regresaba de llevar a un camarada con la pierna partida, que se paró en el trecho más batido de la carretera de Villalba a Gandesa, donde más habían muerto, se sentó en el suelo y con una calma inverosímil, se sacó del bolsillo aguja e hilo, se quitó los pantalones y se zurció un desgarrón, en calzoncillos, mientras el enemigo, que le veía perfectamente, se dedicaba a bordar su silueta a balazos, sin acertarle ni una vez, el tal camillero, cuando pasaron los días más rudos, se cansó de la batalla y se marchó hacia retaguardia y se alquiló una masia para arrancar patatas u otra labor agrícola por el estilo.

La Sección de Choque.- Imaginaos una bandera negra, con una calavera y las aspas de Borgoña en forma de tibias; esta era la bandera de la sección de choque del Tercio de Montserrat, que mandó el excelente caballero Alférez Miguel Regás, muerto al frente de sus requetés, que murieron todos a su vez, menos dos que quedaron heridos, Esta bandera fue confeccionada por las chicas de Muñana , pueblecito de Ávila, a las que no hago preceder ningún adjetivo  por galantería. Allí se formó la citada sección; cualquiera que no nos conociese hubiera dicho que ingresar en esta Sección era una fuente de prebendas y enchufes, porque todo el Tercio lo solicitó. Ellos tenían que romper por los sectores más peligrosos y acudir a los sitios de más peligro; llevaban una dotación extraordinaria de bombas de mano y fusiles con escape de gases para balas antitanque , y además un emblema característico. Se vio que se trataba de una Sección de Hidalgos cuando, siguiendo el ejemplo de su Alférez , todos se quitaron el emblema porque - decían ellos- no podían presumir de ser de choque estando en una Unidad donde todo el mundo lo era y todo el mundo se batía con la misma valencia. Después de la segunda batalla de Villalba, en el lugar donde había perecido toda la sección encontré medio enterrada, deshecha y que el rota en mil jirones aquella famosa bandera que solo cayó al suelo cuando ya no hubo brazos vivos para enarbolarla. ¡Y que orgullo el nuestro!. Mientras la bandera de nuestra Sección de choque aparecía después de la lucha convertida en un harapo, todos los banderines republicanos que el tercio cogió al enemigo estaban nuevos y coloridos, sin  una mancha n una sola gota de sangre: no habían sido defendidos con hombría, como hacían nuestros soldados.

Los Descansos.- En vida de campaña descansar significa lo siguiente; levantarte a prisa y corriendo a las 6 de la mañana asearse y vestirse bien y limpio "porque estamos descansando y no el en frente". Un cuarto de hora después hacer cola para el chocolate del desayuno  y a las ocho instrucción práctica , pero como ya no somos quintos nada de marcar el paso y hacer variaciones, sino arrastrase por el suelo con las cartucheras llenas, la cuña directa, la cuña inversa y tomar el cementerio del pueblo como todos los días; a las 11:30 fagina y a comer y libertad hasta las dos, hora en que empieza la instrucción teórica, modo de usar la careta anti-gas, piezas del fusil ametrallador, como se venda a un herido o como se desmonta una Laffitte, manera de saludar la bandera y obligaciones del Imaginaria  hasta las cuatro; a las 5 instrucción practica   hasta las siete, hora en que se cena; después rosario, retreta y todo el mundo al cuartel hasta el toque de silencio, en que hay que dormir. A esto se le llama descansar; en cambio a pasarse todo el santo día entre las mantas de la chabola, fumando y charlando, con solo cuatro horas de guardia, se le llama estar en línea. A pesar de ello, el Tercio de Montserrat se divertía y organizaba fiestas. Nunca olvidaremos, por años que vivamos, la estatua de Juan Pablo Bonet, perinclito hijo de Torres de Berellen (Zaragoza) autor del primer tratado sobre el arte de ensañar a hablar a los sordomudos y a cuyo pie tenían lugar los formidables manteos de los requetés que cometían quintadas y el de uno que marchó del Tercio para enchufarse y esperar que nosotros le ganáramos la guerra. El nombre de Juan Pablo Bonet, repetido de una manera machacona, se convirtió en una especie de grito de guerra.

 

En Riaza, cuando "descansábamos" de nuestra estancia en el frente de Guadalajara, se organizaron festejos magníficos por los días de la toma de Castellón. Bailes, habilidades, masas corales, una especie de banda que soplaba mucho, " Xiquets de valls" y juegos malabares a cargo del requeté Hector Feliu , ex-artista de circo, que dejaba maravillado a todo el mundo. En San Esteban de los Patos (Ávila), cuando nos preparábamos para la ofensiva de Cataluña, hubo también una fiesta  en la que hasta se recitaron versos, se cantó mucho y se bailaron sardanas en medio de la meseta castellana, bajo el cielo purísimo de Santa Teresa.

Los Cornetas.- Ningún requeté del Montserrat dejará de acordarse en toda su Vida del Cabo Cornetas, últimamente Sargento Agustín Suñer. Yo, después que salí del Tercio, he recorrido muchos batallones y he conocido muchas Unidades, pero nunca he encontrado ningún corneta, no que superase, sino tan solo que igualase a Suñer. Hace cantar a la trompeta con un sonido no igualado por nadie y con tal fuerza que en Guadalajara, que el frente estaba muy alejado , hasta los rojos oían sus toques de diana u oración. Además sabia toques para todo, tanto para llamar al cabo de la tercera escuadra del segundo pelotón de la primera sección de la cuarta Compañía, como para avisar al Oficial Médico que tenía que ir a comer. sabía numerosas dianas; las más bellas las empleadas los días en que el parte oficial había constatado más victorias que de costumbre. Por otra parte es un hombre maravilloso; su vida no tiene nada que envidiar a las de Guzmán de Alfarache o Gil Blas. En invierno, al lado del hogar de la chabola nos explicaba sus aventuras, con un estilo directo y colorido, que nunca nos llegaba la hora de dormir. Otro corneta famoso es Hector, del que ya he hablado. Realizaba el milagro de llevar los zapatos lustrosos en pleno invierno por las fangosas calles de Torres, mientras tocaba silencio envuelto en un capote impecable. La lastima es que muy a menudo se le perdía la trompeta provocando la ira inenarrable del cabo Suñer. El domingo cuando estaba con los requetés en San Feliu  oí un toque de trompeta violentamente agudo y destemplado con altos y bajos raros, enseguida dije: "Este es el Feto"; y realmente así era. Nunca corneta alguno se ha cargado con broncas más imponentes y siseos de sus camaradas; el siempre contestaba con una simpática sonrisa de oreja a oreja hasta que se hartó y pidió ingresar en la Sección de Choque, sin duda por ver si le mataban de una vez y se acababan los escándalos; pero evidentemente sus destino es ensordecer con la trompeta, pues a resultado ser uno de los únicos supervivientes de la primera plantilla de aquella Sección y ahora vuelva  a estar en la banda, En ella, y nada menos que de Director está el Peque, muchacho de Torres de Berellen, que cuando abandonamos aquel pueblo, de tan dulces recuerdos, sobre todo para algún corneta, se vino con nosotros, paso mucho tiempo de fusilero, hasta que entró de discípulo de Suñer  y lleva camino de ser digno de tan buen Maestro.


EL HIMNO DEL TERCIO DE REQUETÉS DE NUESTRA SEÑORA DE MONTSERRAT

"La letra de este Himno, original de los Requetés Martín de Riquer y Ramón Pey Desclans, con música del también Requeté José Pórtolas Vila, contenía las estrofas que se transcriben:

Requetés catalanes por España,

luchad con valentía hasta morir;

conquistad la simbólica montaña

y los enemigos tendrán que huir.

Adelante, adelante, requeté,

que en el pecho del caido

una rosa a florecido;

adelante, adelante, requetés.

¡Por Dios, por la Patria y el Rey!

El amor que te espera en tu tierra

sus ojos siempre fija en Montserrat,

cuando vuelvas allá, ya sin la guerra,

sobre tu boina un laurel pondrá

y cuando suenen gritos de victoria

recuerda al requeté que cayó ayer;

siempre pura conserva su memoria

que a nuestro imperio ha hecho renacer.

 "El carlismo en el ser de España" de Felio.A. Vilarrubias, Gráficas Casulleras, Barcelona 1975, pag-114-115

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