Antonio Goicoechea y Cosculluela nació en 1876 y murió en 1953. Letrado del Estado fue diputado, senador y ministro en el reinado de Alfonso XIII. Durante la dictadura de Primo de Rivera fue miembro de la Asamblea Nacional y al proclamarse la Republica se integro en el partido centrista fundado por Francisco Cambo con los restos del maurismo. Después ingreso en Acción Nacional y participo en la fundación de Renovación Española. Intervino en el golpe de estado del 10 de agosto de 1932 que secundo Sanjurjo en Sevilla, aunque no tomo parte activa. En 1933 fue elegido diputado a Cortes por Cuenca representando a Renovación Española y al año siguiente suscribió un pacto con José Antonio Primo de Rivera. Al estallar la guerra civil española se instalo en Burgos. Junto con otros procuradores en Cortes, firmo un escrito dirigido al Generalísimo Francisco Franco en el que solicitaba la restauración de la monarquía, "continuadora de nuestra tradición histórica".
Cartel de alistamiento del partido "Renovación Española" en Zaragoza. En él aparece la imagen de Calvo Sotelo y se pide el alistamiento al Batallón Calvo Sotelo de Zaragoza para combatir en el Frente de Aragón.
D. Jose Calvo Sotelo nació en 1893 y murió asesinado en la madrugada del 13 de julio de 1936. Este abogado del estado, primero a la sombra de Antonio Maura y después con la dictadura de Primo de Rivera, hizo una brillantísima carrera política por lo que, al proclamarse la Republica, en 1931, se marcho a Portugal y, posteriormente a Francia, prefiriendo no prometer el cargo de diputado a las Cortes Constituyentes que correr el riesgo de que se le exigieran en un proceso publico determinadas responsabilidades políticas por su actuación en el citado periodo dictatorial. Reelegido diputado por Orense en 1933, por Renovación Española, continuo en Paris hasta que un gobierno presidido por Alejandro Lerroux decreto una amnistía para los llamados delitos políticos, convirtiéndose en el paladín de la causa de la restauración monárquica. En 1934, al constituirse el Bloque Nacional, se convierte en su mas cualificado representante, destacando principalmente por su valiente oratoria. Angustiado por el fracaso de su proyecto político se acerco progresivamente y mostró sus simpatías por los preparativos del levantamiento encabezado por el general Sanjurjo. En la madrugada del 13 de julio de 1936, es detenido en su domicilio por un grupo de guardias de asalto, mandados por un capitán de la guardia civil y, con el pretexto de ser conducido a la Dirección General de Seguridad, pese a la inmunidad que le asistía como parlamentario, es subido a una camioneta y asesinado de dos tiros en la nuca SIGUIENDO ORDENES DEL GOBIERNO "DICEN QUE DEMOCRÁTICO" DE LA REPUBLICA ESPAÑOLA.
Boina verde utilizada por los Voluntarios de Renovación Española
VOLUNTARIOS DE RENOVACIÓN ESPAÑOLA EN SAN SEBASTIÁN
VOLUNTARIAS DE RENOVACIÓN ESPAÑOLA EN SAN SEBASTIÁN
EN SOMOSIERRA LOS PRIMEROS DÍAS DE LA GUERRA
17/07/36 - Cuarenta y dos voluntarios de Renovación Española acuden a ocupar diversos posiciones en Somosierra capitaneados por los hermanos Miralles ÁLVAREZ.
CARLOS MIRALLES ÁLVAREZ
CABALLERO LAUREADO DE SAN FERNANDO
CAÍDO POR DIOS EL 22 DE JULIO DE 1936 EN SOMOSIERRA
CAPITÁN HONORARIO DE LAS MILICIAS DE RENOVACIÓN ESPAÑOLA
Carlos aceptó sin dudarlo el ofrecimiento de Goicoechea y se trasladó a Pamplona para entrevistarse con Mola el 16 de Julio y conocer así de primera mano los detalles de la misión que se le había encomendado. El periodista e historiador Joaquín Arrarás Iribarren, cuenta que el general tras estrechar la mano del joven monárquico quedó muy impresionado por su determinación: “La mano de este muchacho quema. Es toda una hoguera patriótica“, exclamó. El general le nombró también Capitán Honorario para que pudiera mandar la nueva compañía que habría de llevar a cabo esta gesta.
Carlos consiguió reunir un grupo de cuarenta y cuatro jóvenes de Renovación Española, algunos de ellos Pilaristas y en su mayoría aristócratas sin ninguna formación militar pero convencidos de lo que la Patria les demandaba en ese momento. Los muchachos salieron de Madrid en varias expediciones los días 17 y 18 de Julio armados tan solo con seis mosquetones y dos rifles que con ayuda de Carmen Miralles y de Luis González de Castejón habían conseguido sacar de la capital.
“Nuestra misión, hermanos y amigos es avanzar, recuperar las posiciones abandonadas ayer y conquistar otras mejores. Debemos facilitar el avance inmediato del Ejército. Nosotros sabemos que vamos morir. Tenemos el deber de morir. Con la conciencia limpia y el corazón en alto, vamos a ofrendar nuestras vidas en desafío a quienes niegan a Dios y deshonran a nuestra Patria. Vamos a morir. Lo sabemos. Quienes de vosotros no lo sepa o tema morir que no nos acompañe”.
En dicha noche llegaron al puerto de Somosierra, ocupando el túnel del ferrocarril, en la vertiente de Burgos ahora fuera de Servicio
En dicha noche llegaron al puerto de Somosierra, ocupando el túnel del ferrocarril, en la vertiente de Burgos, dejando un destacamento y continuando con el resto hasta dicha capital para equiparse, armarse y recoger munición, regresaron a Somosierra, declarando el estado de guerra en todos los pueblos de tránsito.
Al siguiente día cortó la carretera, acumulando barriles de alquitrán y otros obstáculos, teniendo los primeros choques con miembros del “Ejército Popular”, en los que consiguió hacer varios prisioneros, especialmente guardias de asalto y motoristas, estableciendo las primeras posiciones defensivas en el mismo puerto.
En este punto, con destacamentos en la boca del túnel y lugares dominantes, quedó establecida su gente, hasta el día 21, que vieron descender de la Cabrera, por la carretera de Madrid y con dirección a Buitrago, unos setenta vehículos con fuerzas, que, al parecer, rebasaban el número de dos mil hombres, y que, por sus movimientos, les hicieron comprender iban a ser atacados en número muy superior a las fuerzas propias, por lo que pidió refuerzos a la columna del ejército que se hallaba en Cerezo que no pudieron serle facilitados.
El día 22 se hallaba este oficial con un grupo que no pasaría de veintidós hombres dispuesto a contener el ataque, dando tiempo con ello a la llegada de fuerzas procedentes de Logroño, Navarra y Burgos, mas como el “Ejército Popular” iniciaba el avance, tomó las medidas necesarias, y, gracias a esto, los camiones y coches ligeros que avanzaban en dirección de Aranda no pudieron pasar por el punto donde estaba interceptada la carretera, el fuego de sus mosquetones y bombas de mano, ya que no disponían de más elementos defensivos, logró alcanzar a los dos primeros coches, siendo baja los ocupantes de los mismos, que ascendían a catorce, entre ellos un teniente coronel y varios oficiales, con lo que se produjo tal desmoralización entre los supervivientes, que al ver que continuaba la resistencia desistieron de pasar.
Durante el combate el capitán Miralles, manteniéndose en pie, daba voces de mando a fuerzas que no existían, para hacer creer que contaba con una fuerte columna. Finalmente cayó herido por una bala que le perforó el vientre, y falleció allí mismo.
Sometido este hecho a juicio contradictorio, por Orden Circular de 16 de marzo de 1939 se le concedió la Cruz Laureada de San Fernando.
Los hermanos Miralles y los Voluntarios de Renovación Española
Según José María Resa los Tercios del CID y CALVO SOTELO "Albiñanistas y de Renovación Española" tuvieron 280 efectivos de los que 60 resultaron muertos y 100 heridos, luchando en SOMOSIERRA, Villareal de Álava; Monte de San Pedro (Vizcaya) y Espinosa de los Monteros. Los efectivos fueron unidos al Tercio de la Virgen Blanca.