los días 27,28 y 29 de Diciembre de 1936 tuvo lugar la conocida Batalla de Lopera (Jaén). Durante esta conocida batalla combatieron voluntarios andaluces de los distintos requetés: "Tercio Virgen del Rocío" de Huelva, "Tercio Virgen de los Reyes" de Sevilla, "Tercio de Nuestra Señora de la Merced" de Cádiz, "Tercio de San Rafael" de Córdoba y "Tercio de Isabel la Católica" de Granada, donde combatieron contra Brigadistas Internacionales del Batallón Nº9 (Sans Nom) de la XIV Brigada Internacional que mandaba el general Walter "Karol Swierczewski" con asesores Italianos "Aldo Morandi" y como Comisario "Comunista" el francés "André Heusler".
LA CAMPAÑA DE ANDALUCÍA:
LA LIBERACIÓN DE BUJALANCE Y MONTORO
Previa toma por los requetés, de la columna del Teniente Coronel D. Luis Redondo, del pueblo de Cañete de las Torres, el día 20 de Diciembre del 1936 se acomete la liberación de Bujalance, que previamente había sido duramente bombardeado desde el día 14 con un balance, sólo ese día, de 100 muertos y 200 edificios destruidos. No hubo defensa republicana en Bujalance. Las milicias de la CNT-FAI huyeron en desbandada hacia Villa del Río y Montoro, al mismo tiempo que el personal civil evacuado. En las últimas horas del día 20 la vanguardia de la Columna Redondo entró en Bujalance.
Lo relata en pocas palabras el Jesuita Padre Bernabé Copado,
natural de Villanueva de Córdoba y capellán de la Columna Redondo en su libro
CON LA COLUMNA REDONDO Combates y conquistas, Crónica de Guerra (Imprenta
Gavidia. Sevilla. 1937. 301 p, 96 láminas y 3 mapas).
La impresión que recibimos al entrar en la población no pudo ser más deprimente: las iglesias, quemadas unas y profanadas otras; las casa asaltadas; las calles sucias; las contadas personas que encontramos, presas del pánico por los sufrimientos de cinco meses y por los horrores de las últimas horas; los efectos del bombardeo de nuestros aviones se manifestaban trágicos en edificios enteros hundidos.
La casa donde se estableció la Comandancia había servido de morada al tristemente célebre Pérez Salas, que respetó todas las imágenes de santos y cuadros religiosos que contenía.
El 22 la columna ocupa El Carpio, Pedro Abad y Morente, en colaboración con otra pequeña Columna organizada rápidamente en Córdoba al mando del comandante López Tienda, que toma Villafranca de Córdoba el mismo día 22, marchando por las márgenes del Guadalquivir. La aviación Nacional sigue siendo dueña del aire, produciendo devastadores efectos en el enemigo.
Sigue el Padre Copado, en su obra “Con la Columna Redondo”:
El día 24 comienza la parte dura de las operaciones. Al amanecer, salimos de Bujalance. La Columna estaba dividida en tres: una al mando de don Pedro Pérez de Guzmán, que había quedado en Pedro Abad se encaminó desde allí, por la carretera general de Madrid a Montoro. El batallón de Cádiz, mandado por el comandante Ortiz de Magariño, se internó por la carretera que va desde Bujalance a Montoro. Y la tercera, al mando del teniente coronel Redondo, con la caballería del comandante Erquícias, y los escuadrones de Regulares mandados por el comandante Letona, nos marchamos a Villa del Río... Entramos en Villa del Río a las 4 de la tarde, hambrientos y destrozados.
Sigue el Padre Copado, relatando el encuentro de la Columna con el Batallón de Brigadistas Internacionales "Sans Nom" que habían llegado por tren a la Estación de Andujar el día 23 . El batallón internacional se metió él mismo en una encerrona, de donde no podía salir, ya que ellos desconocían el que la columna Nacional se había dividido en tres, que marchaban por distintas carreteras: Tomó la columna internacional la carretera por la que avanzaba el Batallón de Cádiz (III Batallón de Cadiz), y se encontraron los combatientes enemigos el flanco derecho ocupado por las fuerzas de Pérez de Guzmán, que se encaminaban a Montoro, y con el izquierdo batido por el grueso de la columna Redondo y sus requetés (El requeté Andaluz). La columna de voluntarios internacionales quedó aniquilada por completo. En plena noche los voluntarios Internacionales que sobrevivieron a tan brutal derrota llegaron a las márgenes del río, ancho y profundo a causa de las recientes lluvias. STOMATOV, con sus guardaespaldas, pasó el río en una balsa de fortuna que habían preparado los polacos ABANDONANDO A LA UNIDAD a su suerte y fortuna. Los Muchachos internacionales del tan cacareado "Sans Nom" fueron desapareciendo abandonados a su suerte por sus cobardes mandos extranjeros. LOS HEROICOS REQUETES ANDALUCES NO QUISIERON EN SU TIERRA AL INVASOR COMUNISTA.
El mando Nacional dicta la orden para la liberación de Porcuna, por la acción combinada de tres columnas: la de Redondo, que tendrá a su cargo la acción principal y que desde Lopera atacará al pueblo por el nordeste, desbordando todas las fortificaciones y cortando las carreteras que desde el mismo conducen a Arjona y Torredonjimeno, realizando la caballería por la izquierda, un gran movimiento envolvente; el batallón situado en Cañete de las Torres, cuya misión será fijar al enemigo en la dirección de la carretera que se dirige hacia el objetivo, y la columna Gómez Cobián, que desde Valenzuela efectuara un movimiento ofensivo sobre Porcuna, empujando al enemigo y esbozando un amago de envolvimiento por el flanco derecho. Pero la presión ejercida por las fuerzas internacionales sobre Lopera es muy fuerte, desbaratando de momento los planes de Queipo de Llano, el cual, variando su idea de maniobra, concentra en Villa del Río una Columna a las órdenes del teniente Coronel Álvarez de Rementería, que debería atacar el flanco derecho de las fuerzas contrarias que desde Andújar tratan de recuperar Lopera.
Lo relata el Padre Bernabé Copado:
Comenzó como era de temer, el ataque enemigo con encarnecimiento de fiera salvaje. A la comandancia llegaban constantemente avisos pidiendo refuerzos: ¿Y de dónde sacarlos? Diciendo: que no podemos más; que se cuelan por tal parte; que avanzan por tal otra; que la avalancha de aquel cerro es imponente: y los fusiles de nuestros soldados puestos ya al rojo, y las ametralladoras funcionando sin descanso, y los mulos haciendo continuos viajes para aprovisionar las avanzadillas de municiones, y las calles todas del pueblo barridas por las balas de fusil y ametralladora enemigo.
Nada nos decíamos, pero todos nos veíamos en poder de la Columna Internacional de un momento a otro. ¡ Qué hora de angustia y zozobra!.
Al hospital comenzaron a llegar muertos y heridos. El espectáculo era tal, que no se borrará jamás de la memoria de los que lo contemplamos. La sala de curas, atestada de heridos que esperaban su turno: médicos, uno del requeté, Don Nicolás Saint Gerona, y Don Ramón ORT que se ofreció a ayudar; los camilleros y sanitarios horrorizados, sin acertar con lo que tenían que hacer; la habitación próxima llena de cadáveres; y los proyectiles de la artillería enemiga explotando en los alrededores y dentro del mismo edificio del hospital.
Entre tanto, la columna había avanzado hasta tomar posiciones a dos kilómetros de Porcuna. Las comunicaciones que de Opera recibió el Teniente Coronel Redondo eran apremiantes. Las fuerzas resistían pero estaban agotadas.
Ya entrada la tarde, dio orden de que se suspendiese el avance sobre Porcuna, y mandó al comandante Pérez de Guzmán, que con los Requetés de Huelva, de Jerez y de Córdoba volviera a Lopera. Llegaron las avanzadas donde el batallón de Cádiz luchaba a la desesperada, y el comandante Pérez de Guzmán dio la orden de calar la bayoneta y dar el asalto a las filas enemigas que estaban a unos metros.
El empuje con que cargó el Requeté a la bayoneta fue tal que las líneas extranjeras quedaron desalojadas, dejando en el campo atravesados por el hierro de las bayonetas del requeté, numerosos cadáveres... El cañón siguió tronando hasta entrada la noche; pero los fusiles y las ametralladoras enemigas enmudecieron y nosotros respiramos. Nuestra artillería estuvo disparando a cero, y momentos hubo que el enemigo estuvo a cincuenta metros de nuestras piezas, y en los que los oficiales tuvieron que sacar las pistolas, y con ellas defenderse ellos y defender la batería.
Efectivamente, tal como relata Copado, el teniente coronel Redondo que ya se encontraba a cuatro kilómetros de Porcuna con el factor sorpresa a su favor, se vio obligado a paralizar la operación y volver en auxilio de Lopera. A su vez tuvo que esperar hasta la llegada de la columna Rementería a Lopera, para poder proteger la población y el seguir adelante de nuevo para tomar Porcuna.
La acción de esta nueva columna (Rementería) y parte de la de Redondo, iniciada el 29, desarticula la presión de los internacionales, que abandonan en el campo muchos muertos y abundante material, si bien las bajas nacionales son también cuantiosas. El frente había quedado totalmente roto entre Lopera y Porcuna, y todo preludia el final de la lucha. El día 30, que no se opera, llega la XVI Brigada Mixta de Martínez Cartón, que se sitúa entre Torredonjimeno y Arjona, defendiendo el acceso a Jaén, a la vez que el teniente coronel Pérez Salas, al norte del Guadalquivir, presiona sobre Alcolea.
La necesidad de tomar Porcuna, por parte de los nacionales, la explica el mismo coronel Redondo en su libro EL REQUETE. la Tradición no muere (General D. Luis Redondo y Comandante Juan de Zabala). Ed.AHR. Barcelona 1957:
"Después del encuentro con las brigadas internacionales, los requetés siguieron ocupando pueblos y más pueblos, y el 27 de diciembre empezaron días de terribles ataques rojos contra el pueblo de Lopera, acabado de ocupar que está en una hondonada dominada por todas partes por el enemigo, que no deja moverse a las fuerzas que lo guarnecen. Para librar a Lopera de este peligro sólo hay una solución, y es atacar y conquistar el pueblo de Porcuna, que es la llave de todas las posiciones dominantes. Y el requeté no encontró imposible aquello, pese a todas las dificultades que esto representa. Más de 30 muertos han tenido sólo las distintas unidades de requetés andaluces, que fueron propuestas para la medalla militar colectiva por esta operación, las otras unidades tuvieron muchas bajas también.
HEROICOS REQUETES DE LA COLUMNA DEL TENIENTE CORONEL REDONDO EN PORCUNA
Llegó el alba del día 31, y la
Columna Redondo hubo de seguir su avance, a base de un amplio y doble movimiento
envolvente. Hacia el cruce de la carretera con un camino vecinal, la caballería
desplegó, describiendo un arco de círculo, desde dicho punto a la cota 380, y de
aquí a la carretera de Arjona, que quedó cortada.
El otro movimiento lo
realizaban las fuerzas de a pié, por dicho camino, con un arco menor, que tenía
por eje las crestas al nordeste de Porcuna, para cerrar el otro extremo en el
punto de contacto con los escuadrones sobre la carretera.
Unidas así ambas fuerzas,
se tomó la casilla de peones camineros, y seguidamente se dio el asalto de las
primeras casas de una serie que esmaltan una loma, por cuya base entre taludes
va la carretera. Así anocheció aquel día, después de rudo combate, maniobrando
sin cesar, con movimientos envolventes que obligaban al enemigo a perder
terreno.
Al amanecer del nuevo día
y el nuevo año 1937, se trató de adelantar las posiciones. A las 4 de la tarde,
se presentaron 17 aviones nuestros, que bombardearon eficacísimamente las
posiciones enemigas y la población de Porcuna, y a las cuatro y media nuestras
fuerzas dieron el asalto al pueblo, después de un combate durísimo, en que la
artillería nos causó algunas bajas.
A las 6 horas bien anochecido, penetró la
vanguardia de la Columna en las primeras calles de Porcuna. Los militares y los
artilleros se defendieron en sus puestos hasta el último momento, en que,
temiendo ser rodeados, se lanzaron por la única brecha que quedaba, y que por
falta de elementos no se pudo cortar la carretera que va de Porcuna a Valenzuela
y tuerce hacía Santiago de Calatrava. Unos treinta, entre soldados de artillería
y sanitarios, se quedaron atrás, a pesar
de las amenazas de los oficiales: y al entrar nosotros se presentaron con el
armamento.
Las fuerzas con que hemos
tenido que luchar en Porcuna eran españolas. Por documentos de la propia brigada
y el testimonio de los soldados y personas de autoridad del pueblo, la brigada
se componía de 375 milicianos de Porcuna; Regimiento nº 3 de Ametralladoras de
Alicante; Batallón de Dinamiteros de Jaén; Batallón de Milicianos “Los
invencibles” de Jaén; Regimiento de Milicianos, columna “Garcés”; Regimiento
Tarifa nº11; Batallón de Voluntarios de Córdoba nº 9; Milicias reunidas de
Porcuna, Valenzuela, Santiago, Higuera y Lopera; Sección motorizada de Jaén;
Quinto Ligero de Artillería; Sexto Ligero de Artillería; Parque móvil; en total
más de 3.000 hombres.
LAS FUERZAS DEL REQUETÉ
NO PUEDEN YA COMPARARSE
PORQUE EN UN DIA TOMARON A CAÑETE Y BUJALANCE.
CON LA COLUMNA REDONDO
NO SE PUEDEN COMPARAR,
PORQUE EN UN DIA TOMAMOS
EL CARPIO Y PEDRO ABAD.
LOS REQUETÉS DE LA COLUMNA REDONDO
SON MAS FIEROS QUE LOS TOROS
PORQUE ENSEGUIDA TOMARON VILLA DEL RÍO Y MONTORO.
DESPUÉS DEL VICTORIOSOS AVANCE
LAS FUERZAS DEL REQUETÉ
DESCANSAN EN BUJALANCE
LOS REQUETÉS TODOS A UNA
TOMARON LOPERA Y PORCUNA
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