TERCIO NAVARRA
Guión del Tercio Navarra (Perteneciente al Museo de Tabar) Navarra
Gracias a las llamadas nuevas Tecnologías de la comunicación he podido contactar con un compañero de armas del Tercio Navarra que protagonizó uno de los episodios más hermosos del comportamiento de los Requetés en la Guerra que libramos por nuestros principios de Dios, Patria, Fueros y Rey tradicional. Efectivamente D. Juan Luís Pacheco es un Requeté de Leyenda y como su gesta ya está narrada por varios autores me limitaré a repetir lo que el también Requeté del Navarra y luego Militar de Carrera D. Emilio Herrera Alonso nos contaba en su Magistral libro "Los Mil días del Tercio Navarra".
Correligionario y Compañero Requeté
Juan Luis Pacheco Pérez
Santander, 14 febrero 2009. A los noventa años de
edad, ha fallecido don Juan Luis Pacheco Pérez. Requeté del Tercio de Navarra
durante la Cruzada de Liberación, verdadero héroe, era Ex Cautivo superviviente
de la matanza del barco prisión "Alfonso Pérez". También era veterano de la
División Española de Voluntarios en el frente ruso, y contaba en su haber con
dos Medallas de Sufrimientos por la Patria, cuatro Cruces Rojas al Mérito
Militar, Cruz de Guerra, Medalla de la Campaña, Cruz de Hierro de Segunda Clase,
Medalla del Este, Medalla de la Campaña de Invierno (Rusia) 1941-1942, Medalla
Militar Colectiva y otras condecoraciones españolas y alemanas. Fue jefe
provincial de la Comunión Tradicionalista. Era también Caballero Legionario de
Honor, Presidente de Honor del Ilustre Colegio Oficial de Agentes de la
Propiedad Inmobiliaria, y Medalla de Honor nacional a la profesión.
Le sobreviven cuatro hijos y numerosos nietos y biznietos. El domingo 15
recibirá sepultura en el cementerio de Ciriego. El funeral familiar tendrá lugar
el lunes 16, a las doce del mediodía, en la iglesia parroquial de Santa María
Reparadora (C/. Rubio), de Santander.
Requiem aeternam dona ei, Domine; et lux perpetua
luceat ei.
D. Juan Luís Pacheco Pérez (Requeté de Leyenda).
D. Juan Luís Pacheco Pérez en el año 1965
Medallero del Requeté D. Juan Luís Pacheco en dos Guerras por la Causa de Dios.
D. Luís (Hijo de Juan Luís Pacheco) siguiendo la Tradición en Estella el año 1964
En Santiago de Compostela en Octubre de 1965 con motivo de Año Santo Compostelano, donde más de 15.000 Requetés acudieron a la concentración. D Juan Luís acompañado del Sr. Quintanilla del Tercio Ortiz de Zarate y del TT. Coronel del Cuerpo de Mutilados de Guerra por la Patria el valenciano D. Pascual Agramunt Matutano (Concejal del Ayuntamiento de Valencia) que lucho en las Heroicas Brigadas Navarras (herido en el avance sobre la provincia de Santander, en las cercanías de Reinosa quedando ciego). Dirigiéndose a la Santa Basílica Catedral del Apóstol Santiago.
Del libro de D. Emilio Herrera Alonso "Los Mil días del Tercio Navarra"
Af-Editores (Valladolid)
D. Juan Luís Pacheco (Requeté del Navarra) Héroe de Leyenda
El despertar del día 22 fue algo brusco ya que somos sorprendidos y atacados, desde unas lomas que a muy poca distancia dominan las eras, por dos Batallones Rojos que, habiendo partido de la sierra de la estrella, en donde nuestro rápido avance les dejó aislados, tratan de cruzar nuestra línea para unirse a otro batallón que procedente de Robledo del Mazo, ataca al Tercio por el Este. En los primeros momentos sufrimos varias bajas. El enemigo ataca con todo lo que tiene, pero el Navarra es una Unidad que sabe lo que es la Guerra y reacciona inmediatamente; parapetándonos en los muretes que rodean la explanada, detenemos primero al enemigo para someterlo a continuación a un vivísimo fuego de fusil y ametralladora que cunde mucho, y que convierte las laderas por donde el enemigo baja en un infierno bíblico, ya que este, obligado a replegarse ladera arriba por los pelados cerros, ofrece un magnifico blanco a nuestras armas.
Inmediatamente nos lanzamos en persecución de los que se retiran, que ven cortada su huida al nordeste por la primera Compañía, que, al mando del Tte. Zavala, ha pasado la noche a dos Kilómetros de nosotros, y que al oír el fragor del combate se ha corrido por un barranco, cerrando la salida a los que precisamente se retiran. Al mismo tiempo, una mía de la Mehal-la del Rif ataca por su flanco derecho al batallón que trataba de apoyar el ataque, impidiéndole llevar a cabo su misión, con lo que los Rojos se convierten, en unos minutos de cercadores en cercados. Algunos núcleos presentan apreciable resistencia, pero muchos soldados enemigos tiran las armas y se entregan, mientras que otros, desperdigándose, tratan de ocultarse y llegar a sus líneas.
El combate ha durado alrededor de una hora, al cabo de la cual quedan en poder del Tercio 476 prisioneros, habiendo en el campo numerosos muertos. Se le capturan al enemigo cinco ametralladoras Maxim, siete fusiles ametralladores, 360 fusiles de repetición y numerosas granadas de mano, municiones y material diverso. El Tercio ha sufrido cinco requetés muertos, y un Sargento y 19 requetés heridos.
Uno de ellos es el requeté de la Compañía de Ametralladoras D. Juan Luís Pacheco, que al salir en los primeros momentos del combate formado parte de un grupo que, mandado por el Sargento Martínez Erro, trata de capturar prisioneros para conocer la entidad de la fuerza que nos ataca, logró sorprender a un grupo de soldados enemigos, y cuando, desarmados, conducía a cuatro de éstos bajo un intenso fuego de ambas partes, hubo de defenderlos a punta de mosquetón de un grupo de moros de la Mehal-la que querían fusilarlos. Uno de éstos, en su excitación ante la resistencia de PACHECO a que tocaran los prisioneros, que, atemorizados, trataban de protegerse tras su aprehensor y defensor, disparó sobre él, hiriéndole en la ingle e hiriendo también a uno de los prisioneros. Los dos heridos fueron recogidos juntos y trasladados por los otros prisioneros y por unos requetés al resguardo de una tapia, en donde Artemio González Quevedo, Estudiante de Medicina y sanitario de la compañía de ametralladoras, junto con los de la segunda y la cuarta hace las primeras curas a los heridos, requetés o enemigos, mientras las balas rebotan en las piedras que rematan el muro.
D. Juan Luís Pacheco en una Foto dedicada a sus Padres